domingo, 13 de enero de 2008

...lancé un grito de dolor y luego aprete los labios.Durante la siguiente tanda de latigazos me tragué las ganas de gritar pero no logré reprimir un gemido,lo cual me enfureció.
El descargó el látigo una y otra vez sobre mis muslos y mis pantorrillas.Traté en vano de incorporarme,pero no pude moverme.El me tenía inmovilizada mientras seguia azotádome con saña.
Tenía los ojos llenos lágrimas pero no estaba dispuesta a quedarme ahí a llorar desconsoladamente.Cerré los ojos,apréte los dientes e imaginé que cada latigazo era de aquel color rojo divino que tanto me gustaba,y que el lacerante dolor que experimentaba también era rojo,y que el calor que abrazaba mis piernas después de cada azote era dorado y dulce.
-Que hermoso eres- exclamé
Y el siguió azotándome con renovada rapidez y violencia....

1 comentario:

Ursus Andinus - IronGandho dijo...

Excelente Relato Dani...

Que chévere escribes,....
En razón de lo que eres vegetariana y en caso de que visites mi blog, quiero que sepas que respeto mucho tu forma de verlo y tu opinión; pero en lo que a mi respecta defiedo la razón que el comer carne y tuetanos es lo que históricamente nos hizo evolucionar a ser seres "pensantes"; no puedo reprimir la historia que he hizo ser humano, pero porfavor repito que no sientas que estoy en contra tuyo o de tus creencias; es más respeto y me encanta lo que propugnas y piensas; por mi lado me gusta el meditar y el zen; pero como los zen, también como carne... (no todos somos iguales ni perfectos).... Un abrazo de año nuevo y q pases muy bien